Cartagena de las Indias, ciudad colombiana conocida por su arquitectura y su música, sus costas y sus murallas, fue la esplendorosa sede de la más reciente edición de Epicca, un encuentro que convoca a más de 500 protagonistas de la industria de centros comerciales en América Latina. Se trata de una oportunidad insuperable de intercambiar conocimientos y mirar al pasado, para aprender de los aciertos y corregir los errores; replantear el presente, que constantemente trae nuevos desafíos; y sobre todo de mirar hacia el futuro para volver a imaginarlo.
Acecolombia (Asociación de Centros Comerciales de Colombia) fue la anfitriona y organizadora que reunió a directivos, accionistas, propietarios, gerentes comerciales, desarrolladores, creativos, entre otros actores de esta industria. El congreso ofreció conferencias en torno a temas como vehículos de inversión inmobiliaria, fast fashion y ecosistemas de ocio. Además, la semana estaba presta para hacer networking, cerrar tratos y actualizarse con ideas emergentes. A decir del socio de Ares, los convocantes son “una asociación muy dinámica”, y hace falta crear una semejante en México.
El arquitecto Iván Ortiz, es la persona ideal para conversar sobre la Epicca, pues no sólo podría dar cátedra sobre espacios comerciales, sino que estuvo presente como conferencista desde la primera edición del congreso.
En principio, Iván aclara que desarrollar centros comerciales en América Latina es un desafío distinto al de otras latitudes. “En las ciudades latinoamericanas hay necesidad de generar espacios públicos y de comercio de calidad. Estamos aportando a la sociedad espacios privados en forma de espacios públicos. Ahí es donde está el reto para nosotros”. Si bien es cierto que en principio se tomó el modelo de Estados Unidos, con el tiempo adquirieron sus propias características. “Como las culturas son distintas, las respuestas tienen que ser distintas y eso es lo que nosotros como latinoamericanos entendemos y ya con la experiencia ofertamos otras soluciones”.
Incluso las complicaciones tienen sus propias características. Por ejemplo, la resistencia a algunas propuestas más arriesgadas de diseño, a pesar de que firmas como Ares pueden aumentar un 20% sus ventas, o el complejo caso de los espacios con multipropietarios. “Su mismo esquema los limita. ¿Por qué? Porque tienes que pedirle permiso a cien personas, en vez de a una”.
Y es que el 2018 fue complicado para esta industria. Las elecciones, los contratiempos económicos locales y globales, resultaron en un año lento y así lo comprobaron las cifras que se expusieron en el congreso. Sin embargo, para su sorpresa, Iván no halló caras largas sino una ambiente de cambio y esperanza. “Este año encontré optimismo de ver cómo la industria se re-inventa. Otra vez la cuestión de la experiencia fue un tema latente. Todos tienen el ímpetu de transformarse”.
Por ejemplo, uno de los principales retos que actualmente buscan solventar es el crecimiento exponencial de las ventas por Internet. Iván no parece preocupado, pues entiende que sus espacios otorgan un valor diferente y el retail apuesta cada vez más por convertir las simples compras en auténticas experiencias de compra. “Otra vez salió el tema del e-commerce. Se presentaron números y es interesante ver cómo compra la gente, cómo visita, cómo consume. Sin embargo, existe la corriente contraria. Empresas como Miniso le están apostando al piso de venta porque generan experiencias que producen muy buenas ventas.
En realidad, los problemas son pocos y la soluciones son muchas. Una de las tendencias del nuevo milenio ha sido potenciar y diversificar las funcionalidades de estos espacios. “La apuesta que hacen los centros comerciales por convertirse en centros de usos mixtos genera una sinergia distinta, hace que sean centros urbanos, de ocio, de reunión para los que viven alrededor”.
El resultado no sólo ha sido vigorizante, sino que está transformando la forma en que experimentamos cotidianamente la ciudad. En un mismo desarrollo se pueden encontrar desde tiendas y cines hasta vivienda y hospitales. Y sobre todo: se han vuelto los destinos por excelencia para el ocio y la recreación, asuntos cardinales para mejorar la vida.
“El centro comercial como espacio público se hace cada vez con más calidad, mejor apuesta de acabados, de landscape, para que el visitante se sienta como en el parque. Por ejemplo, esto del espacio abierto no es una cuestión de moda o tendencia, sino que la gente los está cambiando por los parques”.
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