Con mayor frecuencia el formato de combinar usos encuentra espacio en la movilidad como una de sus amplias opciones. Se trata de áreas comerciales de conveniencia alojadas en centros de conexión de transporte o hubs, tal y como ocurre en ciudades como Londres o Madrid.
Esta experiencia es la respuesta que se propone a la gran cantidad de usuarios de terminales de transporte en la Ciudad de México (CDMX) , algunas de estas con una antigüedad de hasta cuatro décadas, donde miles de personas transitan pasillos o corredores que actualmente carecen de servicios y áreas públicas de interacción funcionales y de valor agregado.
“La clave de este tipo de proyectos es identificar las funciones de cada espacio, integrando de manera adecuada la infraestructura de transporte al desarrollo, ofreciendo una fácil interacción entre todos sus componentes”
Ian Reyes, director CDMX, Ares Arquitectos
Si bien este modelo no es nuevo en la metrópoli y cuenta con experiencias previas a través de los primeros Centros de Transferencia Modal (CETRAM), existen nuevas opciones que buscan transformar el camino alcanzado.
Lo más reciente es el plan de modernización de los paraderos Constitución de 1917, Chapultepec, Martín Carrera, Taxqueña y Zaragoza, donde el gobierno de la CDMX concesionó dichos centros para los próximos 40 años a la iniciativa privada, a cambio de desarrollar infraestructura de servicios.
En las experiencias iniciales, los centros generaron amplios corredores por los que transitaban los usuarios del transporte, sin embargo ahora propuestas como las que se desarrolla Ares en CETRAM Zaragoza y CETRAM Constitución de 1917, buscan ir más allá de la oferta convencional de este tipo de proyectos. Ofreciendo una oferta de valor agregado para las más de 80 mil personas que transitan cada una de las estaciones.
“El usuario de estos desarrollos busca llegar a cada espacio del proyecto en trayectos cortos, de fácil acceso, bien señalizados y al mismo tiempo llegar rápido a su destino a través del transporte público disponible”, detalla Reyes.
Si bien estos proyectos no son para todas las ciudades, porque demandan grandes reservas de espacio subutilizadas, sí son una opción para satisfacer la necesidad de conveniencia y tener a la mano servicios que los miles usuarios requieren después de recorrer a diario trayectos de larga duración.
Es por eso que detrás de los nuevos planteamientos de movilidad se incorporan factores que atienden el compromiso social de crear áreas de espacio público que ofrezcan a la población condiciones de seguridad, banquetas, puentes, cruceros, plazoletas y espacios abiertos de convivencia.
Y no sólo eso, los planteamientos arquitectónicos van más allá. Tanto que se busca abrir espacio a otras alternativas de transporte como las bicicletas de tal razón que en conjunto, se convierten en un núcleo de movilidad para los actuales usuarios de estaciones, y los nuevos consumidores de locales de servicio, tiendas de moda, cines, entretenimiento, autoservicio y otros conceptos de conveniencia.
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