En las últimas décadas, los centros comerciales han sido un símbolo del desarrollo urbano y del crecimiento económico en Latinoamérica. Sin embargo, con la evolución del comportamiento del consumidor y el auge del comercio electrónico, muchos de estos espacios han enfrentado una disminución en su ocupación y rentabilidad.
Ante este escenario, la reconversión de centros comerciales emerge como una solución alternativa para los desarrolladores, sin tener que enfrentar los retos de un nuevo emprendimiento, ofreciendo una nueva vida a estos lugares mediante la transformación de dichos inmuebles. La renovación de áreas comunes y privativas, mediante ideas arquitectónicas enfocadas en generar nuevas experiencias para el usuario, responde al contexto de una industria dinámica y cambiante.
Centro Comercial San Pedro Mexicali, ampliación y remodelación 2018
Los Impulsores de la Reconversión y Expansión.
Hacia la segunda mitad de la década pasada, los desarrolladores y propietarios de centros comerciales ya pensaban en la renovación de sus espacios, los cuales habían sido planeados y construidos solucionando necesidades que hoy ya son de otra época. Dichos inmuebles empezaban a quedarse anclados en el pasado sin dar respuesta a una nueva dinámica de vida.
Algunos desarrolladores se mostraban dudosos a dar este paso que en ese entonces pudiera haber sido solo un experimento o una apuesta que no rindiera los dividendos esperados.
Solo los más aventurados empezaban a planear lo que a la postre se convertiría en una necesidad impulsada por la gentrificación, derivado principalmente por el alto costo de la tierra en los centros de ciudad, el fenómeno de la omnicanalidad abanderado por un creciente impulso en las ventas en línea y rematado por el efecto de la pandemia.
Derivado de lo anterior el desarrollo de centros comerciales como se conocía, en donde grandes reservas territoriales se planeaban para alojar 2 ó 3 tiendas ancla de gran calado junto con un sinnúmero de de locales comerciales, en el mejor de los casos se ralentizó y en el peor de los casos simplemente se esfumó de los planes de inversión de los desarrolladores.
A cambio, las estrategias de renovación pasaron a ser prioridad y en algunos casos a ser la única alternativa.
Durante el año 2020 el impacto en los activos comerciales debido a los factores antes mencionados fue notable y la alta tasa de vacancia impulsó a toda la industria a pensar en otro tipo de espacios más orientados a la experiencia que a la venta directa, respondiendo a una red de consumidores que cada vez más adoptarían, por gusto o por necesidad, la experiencia digital.
No obstante a lo anterior nos hemos dado cuenta que el usuario siempre estará en la búsqueda de experiencias análogas: los sabores, sonidos, texturas y vivencias sociales nunca dejarán de ser artículos de primera necesidad.
Qué hacer:
En respuesta a un escenario coyuntural multifactorial, es que los proyectos de reconversión se muestran como una alternativa más común de lo que se puede creer.
Los centros comerciales están dejando de ser simples centros de consumo que satisfacen necesidades”básicas” para empezar a convertirse en centros de vida y experiencia y en algunos casos en donde el espacio lo permita, nuevos componentes de usos diferentes al comercio se empiezan a integrar para convertirlos en proyectos multifuncionales.
La combinación de áreas de entretenimiento, residenciales y de oficinas están llenando cada vez más aquellos espacios desaprovechados, convirtiendo los centros comerciales en desarrollos de usos múltiples, transformando los metros cuadrados en metros cúbicos para rentabilizar lo inexistente y porcionado lugares que brinden una nueva experiencia holística.
Estado original. Centro Comercial Citadel, Monterrey.
Remodelación. Centro Comercial Citadel, Monterrey.
Aunado al reuso de los espacios desocupados o en subutilización, el cambio generacional en sus usuarios y el crear un nuevo customer journey tienen una influencia significativa en esta transformación, obligando a diseñar destinos atractivos que no solo revitalizan los activos, sino que también enriquecen la vida urbana y generan espacios seguros y fomentando una interacción social.
Las nuevas generaciones valoran las experiencias y la conexión emocional con los espacios que visitan. Los centros comerciales deben adaptarse a estas expectativas, ofreciendo entornos que no solo satisfagan sus necesidades de consumo, sino que también proporcionen momentos memorables y personalizados, fortaleciendo su lealtad y promoviendo el retorno y una estadía prolongada.
En coyuntura con lo anterior y no menos importante, algunos de los centros comerciales que se encuentran en proceso de reconversión o expansión están incluyendo sistemas de regeneración de aguas negras y de generación propia de energía eléctrica como respuesta a la creciente responsabilidad sobre el manejo de recursos naturales renovables y no renovables sumándose así a los vitales y conscientes esfuerzos para el cuidado de nuestro planeta.
Estamos en una industria cuya constante es el cambio. Si usted estaba pensando que los centros comerciales están muriendo, permítame decepcionarlo. Sabemos que al interior de esta industria se están cocinando grandes ideas para aquellas comunidades que tienen un apetito por vivir mejor.
Raúl Méndez
Socio Director en Ares Arquitectos